divendres, de novembre 24, 2006

Saló del Llibre de Barcelona 2006

Té lloc del 21 al 26 de novembre.

divendres, de novembre 03, 2006

"La Casa del Libro de Moscú"

"La Casa del Libro de Moscú
Gonzalo Aragonés, Corresponsal en Moscú
La Vanguardia, 03/11/2006

La Casa del Libro de Moscú es un excelente lugar para descansar las piernas y los oídos después de un largo paseo por el centro. Aquí, entre los rascacielos de cemento de la calle Novi Arbat, se juntan todas las clases sociales de la gran ciudad, menos una.

Entre los clásicos del siglo XIX se abren paso los ancianos que mantuvieron el amor por los libros, las bellezas rubias de largas piernas que a pesar de los tiempos todavía confían en las humanidades y coleccionan los cuentos de Gogol igual que coleccionan admiradores. El gourmet repasa otra vez los estantes de cocina mientras se choca con las amas de casa que buscan un plato para el próximo domingo. Y los científicos se van a sus anaqueles de exactas, mirando siempre de reojo los de literatura.

Al contrario que en nuestras grandes librerías, las mesas con los "más vendidos", las novedades editoriales, no despiertan aún tanta atención como los clásicos de siempre. Y, salvo el fenómeno de Paulo Coelho o las últimas novelas de detectives, todos pasan de largo, directos a su objetivo. El funcionario que fichó hace horas y dedica todo el día a pasear, o el extranjero despistado que (chuleta en mano) revoluciona a tres o cuatro amables empleadas para encontrar a su autor preferido.

En la planta baja los libros han dejado paso al material de oficina, a las carpetas y los bolígrafos para escolares, que es lo que da dinero; libros de texto, enciclopedias infantiles, recambios de tinta para impresoras, y todo lo que puede encontrarse normalmente en una papelería tradicional del barrio de Gràcia de Barcelona. Pero también se venden plumieres de precios astronómicos, globos terráqueos que parecen salidos de algún museo o estanterías para despachos de elite con pisapapeles dorados que el común de la sociedad nunca podrá comprar, y que sólo sirven como decorado de este gran escenario social. Y es que el nuevo rico no se pasa por la Casa del Libro, porque para hacerse millonario en Moscú no hace falta leer.

Ahora, en la Rusia semicapitalisa, seminacionalista y semisalvaje, el niño que saca buenas notas en el cole, que se forma en la universidad estatal sin pagar y se hace científico o escritor no llegará a nada. Por supuesto, no formará parte de ese ejército de 88.000 millonarios rusos. A lo único que puede aspirar es a vivir como funcionario con 300 dólares al mes, y gracias, o a meter la cabeza en la empresa privada, a ser posible extranjera o de la esfera del petróleo. Esto, con 1.000 o 2.000 dólares de sueldo, le permitirá formar parte de la clase media, que poco a poco empieza a ser testimonial en el centro financiero y administrativo de Moscú, pero que para desgracia del futuro todavía no existe en el resto del país."

Font: Diario de Moscú